Qué hacemos ahora?

Ante una nueva realidad en el país, cabe la pregunta para quienes comandan las empresas: qué hacemos ahora?. Antes que nada, veamos qué caracteriza esta nueva realidad:

  1. Entorno más difícil: se desacelera la economía – en algunos casos incluso retrocede -, aumenta la competencia … y la cosa puede empeorar
  2. Aumento de la volatilidad: lo anterior puede revertirse, agravarse y/o tomar senderos diversos (ie: cómo será el tipo de cambio?)

No queda más que dos cosas: ser mejores y trabajar con escenarios.

Ser Mejores

Insistir en lo esencial: el Negocio, la Organización y las Personas, así como la coherencia entre los tres. La realidad anterior era más permisiva con nuestros errores o falencias. El crecimiento tapaba mucho y ayudaba a todos. La nueva realidad será más severa, sin lugar para débiles.

El Negocio es aquello que ofrece y pide la empresa a cada uno de sus stake-holders, comenzando por sus clientes pero no limitándonos sólo a ellos. Lo que hay que trabajar ahí es la Misión y la Estrategia. Está claro que se requiere revisar y precisar cuáles son nuestros clientes target y la propuesta de valor para ellos, comparándola y diferenciándola con los competidores, adecuándola a sus necesidades en estos nuevos tiempos. De la misma manera, habrá que trabajar con la estrategia de colaboradores, de comunidades o sociedad, de accionistas, de Estado, entre otros.

La Organización es la manera como distribuimos los que hay que hacer entre todos los stake-holders, comenzando por los colaboradores pero no limitándonos sólo a ellos. Qué funciones cumple puesto, cuáles son los sistemas de planificación, comunicación, delegación, motivación, desarrollo, control y aprendizaje?. Cómo los hacemos mejores (efectivos, eficientes, atractivos)?. Para estos temas hay mucho trabajo de rediseño de procesos, simplificación, accountability, alineamiento de incentivos, reducción de costos y gastos.

Las Personas son la esencia de la empresa como de cualquier organización humana. En definitiva, es el desempeño individual y colectivo – actual y futuro, producto del aprendizaje – responsable de una gran parte de los resultados que obtengamos como empresa (esto sin contar que uno de los objetivos de la empresa es el desarrollo de las personas que forman parte de ella). Aquí los temas centrales son quién específicamente hará qué (perfiles, competencias, actitudes), cómo se trabajará e interactuará entre ellos y cuál será la cultura (el modo de comportamiento) y los valores compartidos. Debemos comenzar por nosotros mismos – el equipo de dirección – y continuar hacia nuestros compañeros, pero no quedar ahí. El tema de Personas alcanza a los distintos stake-holders que forman parte de la empresa. Es cierto que el nivel de influencia varía, pero tampoco en el caso de los compañeros es total.

Trabajar con Escenarios

No es un asunto de escenario base, pesimista y optimista. La clave es diseñar escenarios posibles pero críticos que nos obliguen a anticipar y estar preparados frente a situaciones que pudiesen comprometer la viabilidad del negocio. Una buena forma de crearlos es ponerse en la situación hipotética en que se está redactando un memo a los inversionistas explicando cuáles fueron las causas por los que los resultados del año (o al cabo de x años) han llevado a la compañía a una situación tan complicada. Dejar que la imaginación vuele. Hacer esto entre varios y luego con las distintas ideas construir el(los) escenario(s).

Para el escenario de crisis – o incluso para un escenario de catástrofe o black swam – desarrollar indicadores de alerta temprana e iniciativas de acción. Estas iniciativas podrán avanzarse hasta cierto punto y tenerse dentro del “arsenal” por si se detecta una alerta y es necesario ponerse en el “campo de batalla” y activar siguientes pasos, o podrán desarrollarse completamente, “curándose en salud”. El asunto es estar preparados ante situaciones que pueden complicar tremendamente a la empresa y que en un ambiente más volátil no podemos descartar.